lunes, 25 de enero de 2010

Soy

Tengo que dormir sintiendo la pared fría a mi lado, tengo q sentir tres almohadas, una en mi costado, una en mi cabeza y otra en mi regazo, el pelo no me puede rozar el cuello, pero si la cara, observo el negro cielo por la ventana y de alguna extraña forma un profundo sueño hace su entrada.

Tomo agua en vaso de vidrio, tomo leche en una copa, el café en un tazón azul y jamás lavo mi ropa. (me la lavan) Pero la más grande de mis rarezas es que una vez al mes, cuando todo es gris y la lluvia adorna al cielo, tomo sola en mi cuarto, generalmente vino barato con dos cubos de hielo y tres de recuerdos.

Se hacen presente sentimiento en exilio o al menos la memoria de ellos. Disfrutan de la libertad como convictos y de vez en cuando alguno intenta burlar el presidio y gritarle al mundo que fue real, que algún día existió.

Ese martes, “Melancolía” logró zafarse, (les cuento que hizo estragos) sobornó a “La Razón”, chantajeo a “Corazón” y toqueteo “El Alma”. Y en algún momento en la noche”Conciencia” logró apresarlo, pero no antes de que dejara sobre papel la huella de su delito.

Y es así como nació esto…

Soy...

Soy, el que te ve entre sueños
Soy, el que te arranca un beso
Soy, el que viola tu espacio
Soy, el que te amarra al pasado

Soy, tu pensamiento ahogado
Soy, tu secreto borracho
Soy, tu dolor desnudo
Soy, tu calor impuro

Soy, tu mayor fracaso
Soy, tu infierno pagano
Soy, el vació en tu pecho
Soy, el sabor de tu cuerpo

Soy, tu susurro de aliento
Soy, tu amargo silencio
Soy, el espacio en tu cama
Soy, el que tanto atacas

Soy, el que intentas matar
Soy, el que quieres borrar
Soy, el que te arranca 2 lagrimas
cada viernes al despertar

Soy el recuerdo que invade tus días,
cuando en noches de lluvia divaga tu mente,
y por 2 minutos y 22 segundos,
eres mía nuevamente.

lunes, 18 de enero de 2010

Utopía

Era una noche de un jueves cualquiera, de esas en las que el cielo esta totalmente despejado, las estrellas bailan y el mínimo zumbido de una rítmica tonada, te hace saltar de la cama.

Ringggg!!! Una llamada, una enigmática mujer fácilmente me convence de soltar mi pijama y sustituirla por una falda. Rubor en la cara, color en los labios y “la noche ya no es negra, es de lentejuelas”. Así siete amigas se encuentran en un plebeyo lugar donde no hay “martinis” ni copas, solo cerveza, una mesa sin una pata, siete imponente personalidades y un mundo de temas sin fin.

Como tema obligado se habla de moda, chismes, estudios, trabajos, sexo y sapos (hombres). Y si… sexo, la mujeres también hablamos de necesidades, peticiones y hasta dudas, en ocasiones es sencillo y trivial y en otras contundente y serio. En un mundo de patriarcas, machismo, en un país arraigado a tradiciones y “puritismo”, puede ser chocante y hasta incomodo que hable así, pero para mi es lo más natural del mundo y más aún, cuando solo es una gran realidad.

Y es así, como un gran tema formo contexto, narró historias, y creó poesía.

Esa primera vez… para unas un desastre, para otras inolvidables, para unas natural, para otras un acontecimiento fríamente calculado, para unas, arrepentimiento, para otras, experiencias… pero en algo concluimos todas, es un momento en la vida de una mujer el cual traza una línea, formula pautas, y te cambia tu existencia.

Y entre risas y cervezas… y entre ligue y baile… me vi observando a seis espectaculares mujeres delante de mi, siete diferentes mundo, siete historias, y con un mar de letras en mi mente, llegue a mi cama y comencé a escribir.

Y es así, como nació esto…

Utopía
Le diste esperanza a esta vida vaga.
Distes sabor al agua, color al aire,
olor al cielo, textura al alma.

Distes fe a una agnóstica,
diste curva a una recta,
distes fin al horizonte y brillo a lo invisible.

De momento lo inerte comenzó a bailar,
de momento, la lluvia era caliente,
el hielo tenia fuego y al Sol le pude tocar.

En un instante, tu cuerpo quemo mi templo,
en un instante, aturdiste mi intelecto,
bloqueaste los sentidos y sobornaste al pudor.

Mi botón se soltó,
tu camisa voló,
la pasión abrumó
y el pacto con el Diablo llego.

Lo intangible tuvo sentido,
la utopía se hizo real,
el aire no llegaba a los pulmones
y la sangre no dejaba de gritar.

Lo blanco se torno rosa,
las alas cayeron al suelo,
mi techo era tu cuerpo y tú suelo mi contexto.

viernes, 15 de enero de 2010

A mi Principe Azul...

Reír, llorar… sabor, dolor… locura, adicción… labios, sexo…
Rojo, blanco…

Son las primeras imágenes que mi mente formula ante la palabra amor. Un día pensando en como el tiempo pasa, en como los años se traducen en una cadena de hechos que enmarcan tu contexto y te definen como ser, me encontré de momento haciendo un recuento de cada sapo al que he besado. Risa, asco, añoró, deseo, fueron algunas de mis reacciones ante mi no muy larga, pero si colorida lista de sapos.

Desde bailarines con ínfulas de Michael Jackson ridículamente homofóbico y finalmente terminando siendo gay, hasta militares obsesionado con Rambo, he tenido…

Desde besos que te elevan cerca del cielo, de esos que te hacen perder el pudor y olvidar lo de señorita bien portada, para dejar salir tu lado completamente animal, tomando el total control de la situación para hacer y dejar que hagan lo que tenga que hacerse, hasta besos parecidos a la succión de una aspiradora y la textura de comerse una almeja, he tenido…

Al revivir tan pintorescos lapsos de mi vida, me doy cuenta de una contundente verdad, “no tengo ni idea de cómo será el hombre de mi vida” pero si se, definitivamente, el sapo que no debe ser.

Y es así como nació esto…

A mi Principe Azul...

Yo nunca he sido de esa clase de mujer,
de las que se toman pastillas por que la vida es cruel.

De las que se pasan la vida planificando su boda,
desde el color, la copa y hasta el mantel.

Siempre fui de las que se ven con un set negro,
perfume y cartera Chanel,
zapatos altos y reloj Cartier.

De las que tienen su apartamento a los 23,
2 maestrias a los 26, sueldo gigante a los 33.

De esas que no dependen de un beso, sino de cafe.
De esas que no dependen de una sonrisa, sino de la internet.

De esas que en vez de buscar un principe azul, quieren uno violeta.
De esas que en vez de buscar un caballero que las protega,
quieren un hombre con inteligencia.

Por eso al pasar por toda tu experiencia
afirmo que solo tengo mi esencia, que me
tumbaste pero no me aplastastes,
que ahora vengo con mucho mas brio y fuerza,
que simplemente ya no hay quien me detenga.

Y sabes que? por un momento lograstes confundirme,
pero tengo la seguridad que algun dia te vere,
y cuidado, mi principe, que en ese momento, tu cielo seran mis pies...